Cada año, 1,2 millones de personas en todo el mundo se dejan la vida en las carreteras y otros 50 millones de individuos resultan heridos en un accidente de tráfico. Una investigación estadounidense acaba de poner de manifiesto que un siniestro de este tipo puede ser especialmente grave para las personas con sobrepeso.
Aunque las causas exactas no están claras, David Allison y sus colegas, de la Universidad de Birmingham (en Alabama, EEUU), han analizado a más de 10.000 personas que se habían visto implicadas en un accidente entre 2001 y 2005 para llegar a esta conclusión. Sus conclusiones se han publicado en la revista “PLoS Medicine”.
Los datos de las colisiones reales se compararon con un modelo de simulación y, en ambos casos, las observaciones apuntan en la misma línea: los conductores obesos (especialmente los varones) tienen mayor riesgo de resultar heridos en los accidentes.
Peor en hombres que en mujeres
Según estos especialistas, las lesiones que sufren los varones con sobrepeso al volante afectan sobre todo a la mitad superior de su cuerpo (cara, cuello, abdomen y cuello); mientras que en el caso de las mujeres conductoras con exceso de kilos, los siniestros se ceban con sus extremidades inferiores.
En general, los hombres obsesos eran más susceptibles que ellas a la hora de sufrir lesiones en cualquier zona de su cuerpo a consecuencia del impacto.
Los investigadores apuntan algunas causas (diferencias en la distribución de la grasa corporal o un cambio en su centro de gravedad debido a los kilos de más), aunque insisten en que es una cuestión que habrá que seguir estudiando en el futuro. Sobre todo, añaden, para adecuar la seguridad de los vehículos a las características de los conductores orondos, que podrían no estar adecuadamente protegidos con los sistemas actuales.
Desde el punto de vista médico, añaden también, que no se puede descartar que el exceso de grasa corporal y las comorbilidades asociadas a la obesidad influyan en la reacción del organismo ante un accidente de tráfico.
Aunque las causas exactas no están claras, David Allison y sus colegas, de la Universidad de Birmingham (en Alabama, EEUU), han analizado a más de 10.000 personas que se habían visto implicadas en un accidente entre 2001 y 2005 para llegar a esta conclusión. Sus conclusiones se han publicado en la revista “PLoS Medicine”.
Los datos de las colisiones reales se compararon con un modelo de simulación y, en ambos casos, las observaciones apuntan en la misma línea: los conductores obesos (especialmente los varones) tienen mayor riesgo de resultar heridos en los accidentes.
Peor en hombres que en mujeres
Según estos especialistas, las lesiones que sufren los varones con sobrepeso al volante afectan sobre todo a la mitad superior de su cuerpo (cara, cuello, abdomen y cuello); mientras que en el caso de las mujeres conductoras con exceso de kilos, los siniestros se ceban con sus extremidades inferiores.
En general, los hombres obsesos eran más susceptibles que ellas a la hora de sufrir lesiones en cualquier zona de su cuerpo a consecuencia del impacto.
Los investigadores apuntan algunas causas (diferencias en la distribución de la grasa corporal o un cambio en su centro de gravedad debido a los kilos de más), aunque insisten en que es una cuestión que habrá que seguir estudiando en el futuro. Sobre todo, añaden, para adecuar la seguridad de los vehículos a las características de los conductores orondos, que podrían no estar adecuadamente protegidos con los sistemas actuales.
Desde el punto de vista médico, añaden también, que no se puede descartar que el exceso de grasa corporal y las comorbilidades asociadas a la obesidad influyan en la reacción del organismo ante un accidente de tráfico.
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