lunes, 29 de agosto de 2011

Bisin, una sustancia que podría hacer que la comida dure para siempre

¿Te comerías un bistec después de dejarlo tres meses al aire libre? Nadie en su sano juicio lo haría, pero una nueva sustancia llamada “bisin” podría cambiar las cosas, manteniendo la carne fresca de forma indefinida.

Se trata de un preservante natural obtenido de algunas bacterias, que no es dañino para los humanos, descubierto por accidente en la Universidad de Minnesota. Se supone que es seguro usarlo, y sus poderes para mantener la comida sin descomponerse se deben a su habilidad para matar a las bacterias que inician el proceso de descomposición en las proteínas que se encuentran en la carne, lácteos, huevos y pescado (pero no en la fruta ni verdura). También previene el crecimiento de bacterias dañinas como la E.coli, salmonella y listeria.

El descubrimiento podría eliminar la fecha de vencimiento en muchos alimentos. El Bisin ya fue patentado y podría llegar al mercado en unos tres años, revolucionando el mercado de la comida. Está claro que habrá polémica respecto al uso de esta sustancia, tal como ha ocurrido con muchos químicos que se usan para preservar la comida.

Ahora, no está claro si la sustancia afecta al sabor. Igual sería raro y antinatural tener queso al que nunca le salen hongos y leche que nunca se pone agria. Pero el bisin podría evitar que tengamos que botar comida porque se descompuso.

jueves, 25 de agosto de 2011

Halladas estrellas frías, con temperaturas similares a las del cuerpo humano

Científicos de la NASA han descubierto las estrellas frías, conocidas como enanas Y, cuyo cuerpo registra temperaturas similares a la del ser humano.

Los astrónomos llevaban una década intentando cazar este tipo de estrellas que, cuando se ve con un telescopio de luz visible, son "casi imposibles de ver", según ha explicado la agencia espacial.

Así, la NASA ha explicado que ha sido la visión infrarroja del telescopio WISE la que ha permitido una mejor observación de estas enanas de débil resplandor.

"WISE escanea todo el cielo para éstos y otros objetos, y fue capaz de detectar la luz débil con su visión infrarroja de alta sensibilidad que permite que estas estrellas sean 5.000 veces más brillantes", ha señalado el director de la División de Astrofísica de la NASA, Jon Morse.

Las enanas Y son miembros de la familia de la enana marrón, conocidas también como 'las estrellas fallidas' porque tienen una masa muy baja de fusión de átomos en sus núcleos, por lo que no se queman con los incendios que mantienen vivas a las estrellas, como el Sol, que brilla de manera constante durante miles de millones de años.

Así, estos objetos son fríos y se desvanecen con el tiempo, hasta que lo poco de luz que emiten es en longitudes de onda infrarrojas. Los astrónomos estudian las enanas marrones para comprender mejor cómo se forman las estrellas y comprender las atmósferas de planetas fuera de nuestro sistema solar, ya que las atmósferas de las enanas marrones son similares a las de los planetas gigantes de gas, como Júpiter, pero son más fáciles de observar debido a que son los únicos objetos del espacio que están lejos de la cegadora luz de una estrella madre.

Hasta ahora, los datos revelados por WISE determinan que hay 100 nuevas enanas marrones, de las que seis se han reconocido como enanas Y o estrellas frías.

Concretamente, el estudio, que se publica en el Astrophysical Journal, señala que las Y están en "el barrio" del Sol, entre 9 y 40 años luz de distancia de éste.

"Encontrar las enanas marrones cerca del Sol es como descubrir que hay una casa escondida en tu vecindario de la que no sabías nada", ha comparado Morse, quien ha apuntado que es "emocionante saber que existen vecinos por ahí que todavía no se han descubierto".

Ahora, se espera que los científicos sigan examinando los datos recogidos por el telescopio desde enero de 2010 hasta febrero de 2011, tiempo en el que ha digitalizado el cielo alrededor de 1,5 veces, según ha apuntado la NASA.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Un niño de 13 años puede revolucionar la energía solar

Algunos descubrimientos trascendentales para la ciencia tienen lugar de forma casual. Quizás la historia de Newton, la manzana que cae y el descubrimiento de la forma en que funciona la gravedad sea apócrifa, pero el descubrimiento de Aidan Dwyer es absolutamente real. Este estudiante de solo 13 años de edad, paseando por un bosque, descubrió que si se orientan las celdas fotovoltaicas respecto del Sol de una determinada manera, su rendimiento puede mejorar entre un 20% y 50%. Parece que la disposición de las ramas de los árboles, relacionada con la serie de números descrita en el siglo XIII por el matemático italianoLeonardo de Pisa (también conocido como Fibonacci) no es causal, y permite maximizar el aprovechamiento de la energía solar.



Distribución de los paneles

Hay historias relacionadas con la ciencia que parecen extraídas del argumento de una buena novela, y esta es una de ellas. Un joven estudiante estadounidense de séptimo grado llamado Aidan Dwyer estaba dando un paseo por los bosques de las Catskill Mountains, al norte del estado de Nueva York, cuando notó que las ramas desnudas de los árboles no estaban orientadas al azar. Esto es algo que generalmente pasa desapercibido para el 99% de las personas, y seguramente para prácticamente todos los niños. Pero Aidan lo notó, y después de investigar un poco “descubrió” algo de lo que ya se ha hablado en NeoTeo: la pauta de distribución de las hojas en las ramas y de las ramas en el tronco de muchos árboles siguen la denominada Sucesión de Fibonacci, una serie de números descrita en el siglo XIII por el matemático italiano Leonardo de Pisa.

En efecto, desde hace mucho se sabe que la naturaleza utiliza con frecuencia esta serie de números en sus “diseños”, en la que cada término es la suma de los dos anteriores (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34... o Fn = Fn-1 + Fn-2). Desde la distribución de las hojas de una lechuga hasta el número de conejos que podemos esperar tener después de una determinada cantidad de generaciones, pasando por número de individuos existente en cada generación de ancestros de un zángano, pueden explicarse a partir de esta serie. Pero esto es algo que la mayoría de los niños de 13 años suelen ignorar.

Aidan Dwyer lo notó, y tuvo la genial idea de relacionar este hecho con la “dependencia” de la energía solar que tienen los árboles. Puso manos a la obra, y construyó dos pequeños captadores solares compuestos por un puñado de células fotovoltaicas para ver si la forma en que las ramas crecían en los árboles tenía realmente alguna influencia en la cantidad de luz que cada hoja recibía. Uno de los modelos agrupaba los pequeños paneles siguiendo una distribución plana, igual a la que normalmente utilizamos para acomodar las células sobre cualquier techo. El segundo reproducía el patrón que el niño había observado en las ramas de los árboles.

Aidan, una celebridad

El resultado fue asombroso. Con esta redistribución, el segundo panel -el que copia a la naturaleza- permite generar como mínimo un 20% más de energía. En más: en determinadas épocas del año, como el invierno, este rendimiento se incrementa hasta alcanzar el 50% por sobre la distribución plana de toda la vida. Esto ha convertido al pequeño en toda una celebridad, y ha “estimulado” a sus padres a patentar el descubrimiento.

Se trata de una de esas historias de las que cualquiera podría haber sido el protagonista, ya que todos nosotros hemos visto miles de árboles, pero no ha sido hasta que Aidan puso sus neuronas a trabajar que hemos descubierto esto. Por supuesto, la mejora en el rendimiento se da cuando comparamos esta distribución respecto de un panel solar tradicional fijo. Aquellos paneles motorizados que giran a lo largo del día para “apuntar” al Sol son bastante más eficientes que los que tienen sus celdas distribuidas según la Sucesión de Fibonacci, pero requieren de un motor y energía extra para moverse.

El final de esta historia es el previsible. Aidan ha conseguido un reconocimiento por su descubrimiento, otorgado por el Museo Americano de Historia Natural, se ha registrado una patente, y más de cuatro investigadores “serios” deben estar dando cabezazos contra la pared. Esperemos que el trabajo de este avispado niño nos permita en algún momento del futuro cercano independizarnos de la energía generada quemando combustibles fósiles.


Distribución de los paneles

Hay historias relacionadas con la ciencia que parecen extraídas del argumento de una buena novela, y esta es una de ellas. Un joven estudiante estadounidense de séptimo grado llamado Aidan Dwyer estaba dando un paseo por los bosques de las Catskill Mountains, al norte del estado de Nueva York, cuando notó que las ramas desnudas de los árboles no estaban orientadas al azar. Esto es algo que generalmente pasa desapercibido para el 99% de las personas, y seguramente para prácticamente todos los niños. Pero Aidan lo notó, y después de investigar un poco “descubrió” algo de lo que ya se ha hablado en NeoTeo: la pauta de distribución de las hojas en las ramas y de las ramas en el tronco de muchos árboles siguen la denominada Sucesión de Fibonacci, una serie de números descrita en el siglo XIII por el matemático italiano Leonardo de Pisa.

En efecto, desde hace mucho se sabe que la naturaleza utiliza con frecuencia esta serie de números en sus “diseños”, en la que cada término es la suma de los dos anteriores (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34... o Fn = Fn-1 + Fn-2). Desde la distribución de las hojas de una lechuga hasta el número de conejos que podemos esperar tener después de una determinada cantidad de generaciones, pasando por número de individuos existente en cada generación de ancestros de un zángano, pueden explicarse a partir de esta serie. Pero esto es algo que la mayoría de los niños de 13 años suelen ignorar.

Aidan Dwyer lo notó, y tuvo la genial idea de relacionar este hecho con la “dependencia” de la energía solar que tienen los árboles. Puso manos a la obra, y construyó dos pequeños captadores solares compuestos por un puñado de células fotovoltaicas para ver si la forma en que las ramas crecían en los árboles tenía realmente alguna influencia en la cantidad de luz que cada hoja recibía. Uno de los modelos agrupaba los pequeños paneles siguiendo una distribución plana, igual a la que normalmente utilizamos para acomodar las células sobre cualquier techo. El segundo reproducía el patrón que el niño había observado en las ramas de los árboles.

Aidan, una celebridad

El resultado fue asombroso. Con esta redistribución, el segundo panel -el que copia a la naturaleza- permite generar como mínimo un 20% más de energía. En más: en determinadas épocas del año, como el invierno, este rendimiento se incrementa hasta alcanzar el 50% por sobre la distribución plana de toda la vida. Esto ha convertido al pequeño en toda una celebridad, y ha “estimulado” a sus padres a patentar el descubrimiento.

Se trata de una de esas historias de las que cualquiera podría haber sido el protagonista, ya que todos nosotros hemos visto miles de árboles, pero no ha sido hasta que Aidan puso sus neuronas a trabajar que hemos descubierto esto. Por supuesto, la mejora en el rendimiento se da cuando comparamos esta distribución respecto de un panel solar tradicional fijo. Aquellos paneles motorizados que giran a lo largo del día para “apuntar” al Sol son bastante más eficientes que los que tienen sus celdas distribuidas según la Sucesión de Fibonacci, pero requieren de un motor y energía extra para moverse.

El final de esta historia es el previsible. Aidan ha conseguido un reconocimiento por su descubrimiento, otorgado por el Museo Americano de Historia Natural, se ha registrado una patente, y más de cuatro investigadores “serios” deben estar dando cabezazos contra la pared. Esperemos que el trabajo de este avispado niño nos permita en algún momento del futuro cercano independizarnos de la energía generada quemando combustibles fósiles.

sábado, 20 de agosto de 2011

El café puede ser el nuevo protector solar

Beber café e incluso aplicarlo directamente sobre la piel puede resultar eficaz para prevenir el cáncer de piel provocado por la exposición excesiva al sol. Según un estudio de la Universidad de Rutgers (EE UU), la cafeína actúa a nivel molecular inhibiendo una proteína en la piel llamada ATR que, al ser neturalizada, lleva a la destrucción de las células dañadas por los rayos ultravioletas.

Los investigadores modificaron genéticamente ratones para reducir en su piel la función de la proteína ATR, clave en la multiplicación de células de la piel dañadas por los rayos ultravioletas del sol. Después de 19 semanas de exposición a la luz ultravioleta, los ratones modificados desarrollaron un 69% menos de tumores y los desarrollaron cuatro veces menos tumores invasivos. Sin embargo, los efectos protectores no fueron permanentes. Después de 34 semanas de exposición a los rayos ultravioletas, todos los ratones desarrollaron tumores, según publica la revista PNAS.

"La cafeína podría convertirse en un arma eficaz en la prevención del cáncer porque inhibe la ATR y actúa como protector solar absorbiendo la luz ultravioleta”, asegura Allan Conney, coautor del estudio, que tiene previsto probar ahora a través de nuevos experimentos la eficacia del uso tópico de esta sustancia en humanos.

Reconstruyen corazones con tejido intestinal

Especialistas de Hannover desarrollaron una técnica que permite reconstruir tejido del corazón con un trozo de intestino del propio paciente, informó el portal alemán DW-Welle.

El caso que ejemplifica el logro es el de una mujer holandesa que tenía un tumor entre el corazón y el pulmón que ponía en peligro la vida de la paciente. Pero al ser trasladada a la Clínica para transplantes y cirugía cardiovascular y toráxica de la ciudad alemana, le extrajeron la parte cancerosa y le reconstruyeron el corazón con un trozo de su intestino delgado.

"El tumor había atacado ya la entrada ventricular derecha y también la raíz del pulmón derecho. El diagnóstico en Holanda había sido "inoperable". Por eso, como última tabla de salvación, se dirigió a Hannover. Extraer el tumor del corazón hubiese significado una muerte segura; tampoco un transplante de órganos cabía pues esto se excluye en casos de cáncer", explicó Axel Haverich, director de la Clínica para transplantes y cirugía cardiovascular y toráxica.

Haverich optó por un procedimiento todavía bastante nuevo: extraer quirúrgicamente la cámara cancerosa y reformarla con un trozo de intestino delgado de la misma paciente. Durante todo el procedimiento, la paciente estuvo conectada a una máquina corazón-pulmón.

"El trozo de intestino delgado que extrajimos con todos sus vasos sanguíneos medía 15 centímetros. Su tejido es muy útil pues dispone de vasos que pueden ser conectados a la corriente sanguínea de la paciente; es decir, es un implante irrigado", explicó el especialista.

Después de limpiarlo, el trozo de intestino delgado se cosió al corazón, en el lugar donde antes estuvo el tumor. La paciente fue monitoreada por ultrasonido, para seguir el proceso por el que el tejido inmóvil en un primer momento, se fue convirtiendo en una pared cardíaca y comenzó a latir.

Latidos nuevos

En Hannover se desarrolló el implante basado en tejido intestinal del propio paciente que logra contraerse después de tres semanas aproximadamente. Seis semanas más tarde se detecta una función casi normal, que según el electrocardiograma late sincronizadamente con el corazón.

Basado en la experiencia de años experimentando con ratas, cerdos y ovejas, el científico presumía que esto podía funcionar. Pero, ¿de dónde provienen esas células musculares? Para responder a esto, habían enviado muestras del mismo experimento realizado con animales al Instituto Max Planck de Investigación Cardíaca y Pulmonar en Bad Nauheim.

"Encontramos dos tipos de fibra muscular cardíaca. La una más bien de tipo embrional de células madre que se habían formado en el tejido intestinal; la otra se había formado en torno a los vasos sanguíneos. Suponemos, por el momento, que una parte de las células musculares se formaron a partir de las células madre en la sangre", explica Haverich.

Sin embargo, aún se desconoce con exactitud de dónde y cómo reciben estas células madre la orden para realizar la curiosa metamorfosis.

Utilidad médica

Este tipo de transplante no fue desarrollado para pacientes de cáncer sino para niños con fallas cardiovasculares. En Europa nacen anualmente unos mil niños con este tipo de fallas; muchos de ellos mueren prematuramente por falta de órganos para transplantar. El método desarrollado en Hannover podría ser su salvación.

Según Haverich, pronto se podrían realizar las primeras operaciones de este tipo con un primer grupo de niños, para los que ningún otro método sea conveniente. Éste era el caso de la mujer de Holanda. Sin la intervención en Hannover habría muerto. Hace ya algunos días ha regresado a su casa, con sus cuatro niños y su corazón reconstruido con tejido de intestino delgado.

lunes, 15 de agosto de 2011

Descubren el exoplaneta más oscuro hasta hoy conocido

Astrónomos descubrieron al exoplaneta más oscuro conocido, al que denominaron TrES-2b, pues refleja menos del 1% de los rayos solares que llegan a su superficie, haciéndolo más oscuro que el carbón o cualquier planeta o Luna en nuestro Sistema Solar, informó el Centro en Astrofísica de Harvard-Smithsoniano (CfA, por sus siglas en inglés).

"TrES-2b refleja menos luz que la pintura de acrílico negra, lo cual lo hace un exoplanetas realmente extraño", dijo el astrónomo David Kipping del CfA, quien encabezó la investigación que publicará sus resultados en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

El hallazgo se logró gracias a los datos que captó el telescopio espacial Kepler, el aparato de la agencia espacial estadounidense (NASA) cuya misión se centra en rastrear planetas fuera del Sistema Solar que por su tamaño y composición podrían albergar vida. El TrES-2b fue clasificado como un gigante gaseoso, similar a Júpiter.

Júpiter está cubierto de nubes de amonio que reflejan más de una tercera parte de la luz que llega a él, pero el TrES-2b carece de nubes por su alta temperatura de 982.22 grados Centígrados. Además éste cuerpo orbita a una distancia de 3 millones de millas de su estrella (aproximadamente 4 millones 828 mil kilómetros).

A pesar de ésta temperatura el exoplanetas contiene químicos, como el sodio y el potasio, que absorben parte de la luz que llega, sin embargo ninguno de éstos explica la extrema oscuridad en el planeta.

"No está claro cuál es el elemento o la característica que hace a este planeta tan extraordinariamente oscuro. Si bien no es completamente negro, es tan caliente que emite un ligero resplandor rojo similar a las brasas cuando se encienden", dijo David Spiegel de la Universidad de Princeton y coautor del estudio.

Los investigadores midieron el brillo del sistema planetario cuando el TrES-2b orbitaba en torno a su estrella para detectar su tránsito, es decir, una pequeña disminución en su brillo cuando este planeta pasaba por delante. Para ello, utilizaron los datos recabados por el telescopio espacial Kepler, así como con otros telescopios, con los que habían observado medio centenar de órbitas.

"Al combinar la impresionante precisión del Kepler con otras observaciones se vio que el cambio en el brillo registrado era el menor que se ha visto hasta la fecha en un exoplaneta: sólo seis partes por millón", señala Kipping.

Desde que fue puesto en órbita, Kepler ha detectado más de mil 200 candidatos a planetas en su campo de visión. Hasta la fecha, y desde que el astrónomo suizo Michel Mayor descubriera el primer exoplaneta en los años 90, se han confirmado 571, algunos en la zona que se considera habitable, lo que aumenta la probabilidad de que exista vida fuera de la Tierra.

viernes, 12 de agosto de 2011

"La colonización de Marte no es realista"


Steve Squyres sería el mejor guía en una excursión por Marte. Este geólogo que viste botas de vaquero lleva siete años explorando el planeta con dos pequeños cochecitos de control remoto, Spirit (fuera de servicio) y Opportunity. Conoce al detalle la geografía escarpada de varios cráteres, la inesperada composición de sus suelos y las traicioneras dunas en las que sus vehículos han quedado atascados.

Cuando esto sucede, su equipo reconstruye un Marte en miniatura y ensaya la maniobra con una réplica de los rovers. Squyres (New Jersey, 1957) encarna a toda una generación de científicos que crecieron viendo las hazañas de los astronautas del programa Apolo en la Luna y que ahora escriben con sus robots el prólogo de la aún incierta llegada del hombre a Marte. De visita en Madrid para participar en el curso Marte y Sociedad, organizado por el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial y la Universidad Complutense, Squyres explicó a Público su visión del futuro de la exploración de Marte.

El objetivo de ‘Spirit' y ‘Opportunity' era saber si existen en Marte las condiciones básicas para la vida ¿Las hay?

Sabemos que en ambos lugares de aterrizaje hubo en el pasado condiciones aptas para algunas formas de vida terrestre muy simples. No quiere decir que hubiese vida. Pero hay que recordar siempre que Marte es un planeta enorme. Es como la parábola de los ciegos y el elefante. Hay seis de ellos y quieren saber cómo es un elefante. Uno agarra la cola y dice "un elefante es como una cuerda". Otro coge la pata y dice "no, un elefante es como el tronco de un árbol". Y cada uno que toca una parte del elefante obtiene una imagen completamente diferente. Nosotros estamos igual. Sólo hemos tocado dos partes del elefante.

¿Qué puede encontrar ‘Opportunity' aún?

Tierra y rocas totalmente diferentes de lo que hemos visto hasta ahora. Es como una misión nueva, aunque con un rover muy machacado.
"Hubo condiciones aptas para algunas formas de vida terrestre"

¿Cómo se siente estudiando un planeta que no puede pisar?

Me encanta escalar montañas. Pensé que me dedicaría a investigarlas. Pero tuve que dejar esa opción cuando decidí dedicarme a Marte. Por ello intenté diseñar un robot con unas capacidades lo más humanas posibles. Darle la visión de una persona, a un metro y medio del suelo, un brazo para que pueda alcanzar cosas, hacer que se pueda mover y escalar montañas como lo haríamos tú o yo si estuviésemos ahí. Podría equivocarme, pero creo que, si milagrosamente pudiese ir a Marte y observase uno de esos cráteres a través de mi escafandra, diría: esto es como me lo esperaba.
¿Significa eso que no hacen falta astronautas?

Los robots son muy limitados. Lo que Spirit y Opportunity han hecho en siete años en Marte, tú o yo lo podríamos haber hecho en una semana. Además, mandamos humanos al espacio por más razones que la ciencia y la exploración. Lo hacemos porque inspira a la gente en la Tierra. Los humanos tienen una capacidad para inspirar a la gente que no creo que tengan los robots.

¿Renunciaría a parte de la exploración robótica para acelerar la llegada de astronautas a Marte?

Ese argumento se escucha a menudo. Pero si haces historia, no se sostiene. Los presupuestos de misiones robóticas y humanas de la NASA han ido siempre juntos, hacia arriba o hacia abajo. La inversión en robots ha sido bastante constante a lo largo de la historia y es lógico. Mira la Luna. Primero fueron Ranger, Surveyor y el Lunar Orbiter. Misiones robóticas que precedieron a las humanas. Es lo mismo que estamos haciendo hoy, asfaltando el camino para que el hombre vaya a Marte.
"Con los robots estamos preparando el camino para que llegue el hombre"

¿Es realista llegar a Marte en la década de 2030?

No hay plan articulado para ello. La NASA no tiene ese objetivo ni esa fecha. Es difícil comentar si es realista porque el objetivo aún no existe.

Se ha fantaseado con el viaje sólo de ida ¿Lo haría usted?

Marte es un sitio terrible. Hace frío, no hay agua, está lleno de polvo. La gente lo ha idealizado. Hablan de colonizar Marte, llevar allí a sus familias y tener un hogar. Pero, por ejemplo, nadie vive en la Antártida, y es un sitio mucho más agradable que Marte. No entiendo por qué nadie querría vivir allí. La colonización de Marte no es realista.

¿Entonces por qué le gusta este planeta?

Es crudo y estéril, pero es un lugar muy bonito. No obstante, lo que más me gusta de él es que en algún lugar de sus rocas se esconde el secreto de cómo se desarrolló la vida por primera vez y si hay vida en otros lugares del sistema solar y el universo. Me gusta Marte por lo que puede decirnos sobre quiénes somos y cómo hemos llegado hasta aquí.

martes, 9 de agosto de 2011

Los insectos no mueren en los microondas

Imagina que un día llegas a casa y te encuentras una cucaracha en el microondas, y ni corto ni perezoso piesas "voy a freirla", pero ver con resignación que la muy cabrona se mueve de un lado a otro y no se muere.


La explicacion científica:

En realidad, el horno no se llena de microondas. Es un fino rayo que rebota por toda la cavidad y que nunca deberí­a volver a su emisor, porque lo estropearí­a. La posición del emisor y los rebotes están perfectamente estudiados para que ese escenario no se presente nunca… a menos que aparezca algún elemento que refleje el rayo y empiece a rebotar donde no debiera (por eso no se pueden meter cosas metálicas).

Dicho esto, es fácil suponer el por qué del plato giratorio: las microondas solo pasan por determinados puntos del horno, por lo que si el plato esta parado, solo se calientan algunas partes de la comida, mientras que otras se quedarí­an frí­as.

Ahora vamos a la cucaracha:

La cucaracha se esta moviendo. Mientras no se acerque a los puntos ‘calientes’ esta tan segura como con el horno apagado. Cuando pasa por un punto caliente, huye de el (no es tonta) por lo que el calentamiento no llega a ser mortal (piensa como puedes pasar la mano por una llama rápidamente sin llegar a quemarte).

O sea que cualquier bicho (aunque no tan resistente como la cucaracha..) que pueda ir lo suficientemente rapido como para esquivar los rayos del microondas, puede sobrevivir dentro.Como podéis comprobar, ésto es ciencia pura.