Los escenarios plausibles del calentamiento global en el peor de los casos podrían implicar temperaturas mortales para los humanos en los próximos siglos, según los resultados de una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad Purdue en Estados Unidos y de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia.
Por primera vez, se ha calculado la temperatura de bulbo húmedo (temperatura WB) más alta tolerable y la conclusión es que este inquietante umbral podría ser rebasado por primera vez en la historia humana si las emisiones de los gases de efecto invernadero continúan sin ser mitigadas.
La temperatura de bulbo húmedo es equivalente a lo que se siente cuando la piel mojada se expone al aire en movimiento. Incluye los efectos de la temperatura y de la humedad atmosférica.
Steven Sherwood (del Centro de Investigación sobre el Cambio Climático, de la Universidad de Nueva Gales del Sur) y Matthew Huber (de la Universidad Purdue) han calculado que los humanos y la mayoría de los mamíferos, con temperaturas corporales internas cercanas a los 37 grados Celsius, experimentaremos un nivel potencialmente letal de estrés térmico si la temperatura de bulbo húmedo supera los 35 grados Celsius de forma sostenida durante seis horas o más.
Aunque hay áreas del mundo donde se dan con regularidad temperaturas superiores a los 38 grados, los valores muy altos de temperaturas de bulbo húmedo son raros de encontrar. Eso se debe a que las áreas más calientes de la Tierra normalmente tienen una baja humedad circundante, como es el caso del "calor seco" existente en Arizona. Cuando el ambiente está seco, podemos refrescar nuestros cuerpos a través del sudor y así mantenernos en un estado razonablemente confortable. Las temperaturas récord de bulbo húmedo de las que hay constancia científica se han dado en lugares como Arabia Saudita, cerca de la costa, donde los vientos de vez en cuando arrastran masas de aire sumamente calientes y húmedas del océano sobre tierras también calientes, una combinación que ocasiona condiciones intolerablemente sofocantes, que, por fortuna, son de corta duración, al menos de momento.
Los desafíos vaticinados por algunos escenarios del clima futuro son atemorizantes por su alcance y severidad.
Países enteros estarían sometidos intermitentemente a condiciones severas de estrés térmico que requerirían de considerables esfuerzos de adaptación a gran escala. Es fácil imaginarse que tales esfuerzos, como por ejemplo un mayor uso de los aparatos de aire acondicionado, provocarían que la demanda energética se disparase hasta valores récord, y la accesibilidad de tales soluciones es muy cuestionable para los países del Tercer Mundo. Además, también habría que proteger al ganado del que nos alimentamos, así como al personal que realice cualquier trabajo expuesto a la intemperie.
Aunque la subida de la temperatura para el 2100, si no se toman medidas para evitarlo, es de unos 4 grados Celsius según el Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático, una elevación ocasional de 14 grados también es factible.
Un calentamiento de 7 grados Celsius causaría que algunas áreas del mundo superasen el límite de temperatura de bulbo húmedo, y un calentamiento de 12 grados pondría a la mitad de la población mundial en un medio ambiente inhabitable. Cuando se trata de evaluar el riesgo de las emisiones de carbono, debemos tener en cuenta tales escenarios críticos. "Hay una gran diferencia entre jugar a la ruleta en un casino y jugar a la ruleta rusa con un revólver", acota Huber.
Por primera vez, se ha calculado la temperatura de bulbo húmedo (temperatura WB) más alta tolerable y la conclusión es que este inquietante umbral podría ser rebasado por primera vez en la historia humana si las emisiones de los gases de efecto invernadero continúan sin ser mitigadas.
La temperatura de bulbo húmedo es equivalente a lo que se siente cuando la piel mojada se expone al aire en movimiento. Incluye los efectos de la temperatura y de la humedad atmosférica.
Steven Sherwood (del Centro de Investigación sobre el Cambio Climático, de la Universidad de Nueva Gales del Sur) y Matthew Huber (de la Universidad Purdue) han calculado que los humanos y la mayoría de los mamíferos, con temperaturas corporales internas cercanas a los 37 grados Celsius, experimentaremos un nivel potencialmente letal de estrés térmico si la temperatura de bulbo húmedo supera los 35 grados Celsius de forma sostenida durante seis horas o más.
Aunque hay áreas del mundo donde se dan con regularidad temperaturas superiores a los 38 grados, los valores muy altos de temperaturas de bulbo húmedo son raros de encontrar. Eso se debe a que las áreas más calientes de la Tierra normalmente tienen una baja humedad circundante, como es el caso del "calor seco" existente en Arizona. Cuando el ambiente está seco, podemos refrescar nuestros cuerpos a través del sudor y así mantenernos en un estado razonablemente confortable. Las temperaturas récord de bulbo húmedo de las que hay constancia científica se han dado en lugares como Arabia Saudita, cerca de la costa, donde los vientos de vez en cuando arrastran masas de aire sumamente calientes y húmedas del océano sobre tierras también calientes, una combinación que ocasiona condiciones intolerablemente sofocantes, que, por fortuna, son de corta duración, al menos de momento.
Los desafíos vaticinados por algunos escenarios del clima futuro son atemorizantes por su alcance y severidad.
Países enteros estarían sometidos intermitentemente a condiciones severas de estrés térmico que requerirían de considerables esfuerzos de adaptación a gran escala. Es fácil imaginarse que tales esfuerzos, como por ejemplo un mayor uso de los aparatos de aire acondicionado, provocarían que la demanda energética se disparase hasta valores récord, y la accesibilidad de tales soluciones es muy cuestionable para los países del Tercer Mundo. Además, también habría que proteger al ganado del que nos alimentamos, así como al personal que realice cualquier trabajo expuesto a la intemperie.
Aunque la subida de la temperatura para el 2100, si no se toman medidas para evitarlo, es de unos 4 grados Celsius según el Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático, una elevación ocasional de 14 grados también es factible.
Un calentamiento de 7 grados Celsius causaría que algunas áreas del mundo superasen el límite de temperatura de bulbo húmedo, y un calentamiento de 12 grados pondría a la mitad de la población mundial en un medio ambiente inhabitable. Cuando se trata de evaluar el riesgo de las emisiones de carbono, debemos tener en cuenta tales escenarios críticos. "Hay una gran diferencia entre jugar a la ruleta en un casino y jugar a la ruleta rusa con un revólver", acota Huber.
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