Las personas que presentan mayores niveles de vitamina B6 en sangre y del aminoácido esencial denominado metionina, que se encuentra en la mayoría de las proteínas, tienen asociado un menor riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón, incluso entre los pacientes que son y han sido fumadores, según un estudio realizado por la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer de Lyon (Francia), que se publica el 16 de junio en 'JAMA'.
Estudios anteriores habían sugerido que las deficiencias en los niveles de vitamina B podían incrementar la probabilidad de que se produjeran daños en el ADN y por ello, mutaciones genéticas.
Según los autores de este trabajo, en el que se analizó a cerca de 400.000 pacientes, "dada su implicación en el mantenimiento de la integridad del ADN y en la expresión genética, estos nutrientes tienen un potencial papel importante en la inhibición del desarrollo del cáncer, y ofrece la posibilidad de modificar el riesgo de padecer un cáncer a través de la realización de cambios en la dieta".
El equipo de Paul Brennan, de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer de Lyon, dirigió una investigación sobre la vitamina B y la metionina basada en muestras de plasma de la cohorte estudiada en la Investigación Prospectiva Europea en Cáncer y Nutrición (EPIC, por sus siglas en inglés), que reclutó a 519.978 participantes de 10 países europeos entre 1992 y 2000, de los que un total de 385.747 eran donantes de sangre. En 2006, 899 casos de cáncer de pulmón fueron identificados y 1.770 pacientes de control catalogados por país, sexo, fecha de nacimiento y fecha en la que se recogió la muestra de sangre.
Tras analizar las tasas de incidencia del cáncer de pulmón en toda la cohorte del EPIC y ajustar varios factores, los investigadores hallaron un menor riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón entre los participantes con elevados niveles de B6. Asimismo, descubrieron un menor riesgo en los pacientes con niveles elevados de metionina.
Según estos investigadores, "una reducción del riesgo consistente y similar se observó tanto en personas que no habían fumado nunca como en fumadores como en ex fumadores, lo que indica que los resultados no estaban influenciados por otros factores que pudieran confundir los resultados, como el tabaquismo". "La magnitud del riesgo se mantuvo también constante a medida que aumentaba el tiempo de seguimiento, con lo que la asociación no se explica por el hecho de que se dieran enfermedades preclínicas", han apuntado.
Cuando los participantes eran clasificados en el grupo de las personas que tenían niveles medios de metionina y B6, tener niveles medios de ambas sustancias se asociaba a un menor riesgo general de sufrir un cáncer de pulmón. Un riesgo moderadamente menor se observó también en los pacientes con mayores niveles de folato, aunque esta asociación se limitaba en fumadores y ex fumadores, mientras que no era clara en los que nunca habían fumado.
"Nuestros resultados sugieren que los niveles medios en plasma de B6 y metionina, evaluados en una media de cinco años antes de la aparición de la enfermedad, estaba asociado con la reducción de al menos el 50 por ciento del riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Se detectó también una asociación adicional de los niveles en plasma de folato, que cuando se convina con B6 y metionina se asocia con un riesgo dos tercios menor de cáncer de pulmón".
Estudios anteriores habían sugerido que las deficiencias en los niveles de vitamina B podían incrementar la probabilidad de que se produjeran daños en el ADN y por ello, mutaciones genéticas.
Según los autores de este trabajo, en el que se analizó a cerca de 400.000 pacientes, "dada su implicación en el mantenimiento de la integridad del ADN y en la expresión genética, estos nutrientes tienen un potencial papel importante en la inhibición del desarrollo del cáncer, y ofrece la posibilidad de modificar el riesgo de padecer un cáncer a través de la realización de cambios en la dieta".
El equipo de Paul Brennan, de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer de Lyon, dirigió una investigación sobre la vitamina B y la metionina basada en muestras de plasma de la cohorte estudiada en la Investigación Prospectiva Europea en Cáncer y Nutrición (EPIC, por sus siglas en inglés), que reclutó a 519.978 participantes de 10 países europeos entre 1992 y 2000, de los que un total de 385.747 eran donantes de sangre. En 2006, 899 casos de cáncer de pulmón fueron identificados y 1.770 pacientes de control catalogados por país, sexo, fecha de nacimiento y fecha en la que se recogió la muestra de sangre.
Tras analizar las tasas de incidencia del cáncer de pulmón en toda la cohorte del EPIC y ajustar varios factores, los investigadores hallaron un menor riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón entre los participantes con elevados niveles de B6. Asimismo, descubrieron un menor riesgo en los pacientes con niveles elevados de metionina.
Según estos investigadores, "una reducción del riesgo consistente y similar se observó tanto en personas que no habían fumado nunca como en fumadores como en ex fumadores, lo que indica que los resultados no estaban influenciados por otros factores que pudieran confundir los resultados, como el tabaquismo". "La magnitud del riesgo se mantuvo también constante a medida que aumentaba el tiempo de seguimiento, con lo que la asociación no se explica por el hecho de que se dieran enfermedades preclínicas", han apuntado.
Cuando los participantes eran clasificados en el grupo de las personas que tenían niveles medios de metionina y B6, tener niveles medios de ambas sustancias se asociaba a un menor riesgo general de sufrir un cáncer de pulmón. Un riesgo moderadamente menor se observó también en los pacientes con mayores niveles de folato, aunque esta asociación se limitaba en fumadores y ex fumadores, mientras que no era clara en los que nunca habían fumado.
"Nuestros resultados sugieren que los niveles medios en plasma de B6 y metionina, evaluados en una media de cinco años antes de la aparición de la enfermedad, estaba asociado con la reducción de al menos el 50 por ciento del riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Se detectó también una asociación adicional de los niveles en plasma de folato, que cuando se convina con B6 y metionina se asocia con un riesgo dos tercios menor de cáncer de pulmón".
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