Por la cara sur y con muchísimo cuidado. Esa es la forma en que, después de seis años de persecución espacial, la sonda europea Rosetta se aproximará, a mediados de 2015, al cometa Churyumov-Gerasimenko y liberará a la sonda Philae, que realizará la proeza de aterrizar sobre su helada superficie.
Recreación artística de la sonda Rosetta y su instrumento Philae
"La zona sur parece ser, a la vez, la más segura y la más interesante desde el punto de vista científico", asegura Jeremie Lasue, investigador del Laboratorio Nacional de los Alamos y coautor de un estudio basado en simulaciones informáticas para averiguar la mejor forma de "tomar tierra" en un cometa.
El Churyumov-Gerasimenko mide 4 km. de ancho y realiza una órbita completa alrededor del Sol cada 6,6 años. Dentro de trece meses, el cometa estará en su punto más cercano al Sol, y será ese el momento propicio para que Rosetta lleve a cabo su peligrosa misión.
El núcleo de la mayor parte de los cometas consiste en una mezcla porosa de polvo, agua y otras sustancias heladas, como dióxido y monóxido de carbono. A medida que un cometa se aproxima al Sol y su núcleo empieza a calentarse, muchos de estos materiales se vaporizan, formando la vaporosa cola (llamada coma), que es característica de estos extraordinarios objetos celestes.
Primer encuentro
Lasue y sus colegas desarrollaron modelos informáticos en 3D para predecir la actividad del Churyumov-Gerasimenko y la mejor manera de acercarse a él. El estudio abarca desde el primer encuentro de la misión Rosetta con el cometa en 2014, que se producirá en las inmediaciones de la órbita de Júpiter, a unos 600 millones de km. del Sol, hasta el máximo acercamiento del ingenio espacial a su objetivo, que tendrá lugar en agosto de 2015. Y esas simulaciones muestran que, durante ese periodo, el hemisferio sur del cometa parece la zona más segura y estable para el aterrizaje de Philae.
Por lo que respecta a la cara norte, los cálculos preveen que durante el periodo estudiado emitirá unos 30 kg. de gas y otros 50 kg. de polvo por segundo, condiciones que no son en absoluto adecuadas para un aterrizaje con alguna garantía de éxito.
La zona sur, sin embargo, aunque no estará libre de turbulencias, permanecerá, de alguna forma, "protegida" por el propio núcleo cometario y constituye, por lo tanto, una mejor opción para intentar el aterrizaje. "Además -afirma Lasue- y debido a la orientación del cometa, el hemisferio sur también estará protegido contra las variaciones extremas de temperatura en el momento del aterrizaje".
Un trabajo más fácil
Además de la mayor seguridad, la cara sur del cometa también parece ser la más prometedora desde el punto de vista científico. La razón principal es que está más erosionada que el hemisferio norte, ya que es la que apunta directamente hacia el Sol. Y eso significa que el modulo de aterrizaje tendrá allí un acceso más fácil a los materiales que deberá recolectar.
La Philae sólo tiene capacidad de perforar hasta 30 cm. bajo la superficie, y es precisamente en esa zona donde podrá encontrar más facilmente los materiales originales del cometa.
El Churyumov-Gerasimenko mide 4 km. de ancho y realiza una órbita completa alrededor del Sol cada 6,6 años. Dentro de trece meses, el cometa estará en su punto más cercano al Sol, y será ese el momento propicio para que Rosetta lleve a cabo su peligrosa misión.
El núcleo de la mayor parte de los cometas consiste en una mezcla porosa de polvo, agua y otras sustancias heladas, como dióxido y monóxido de carbono. A medida que un cometa se aproxima al Sol y su núcleo empieza a calentarse, muchos de estos materiales se vaporizan, formando la vaporosa cola (llamada coma), que es característica de estos extraordinarios objetos celestes.
Primer encuentro
Lasue y sus colegas desarrollaron modelos informáticos en 3D para predecir la actividad del Churyumov-Gerasimenko y la mejor manera de acercarse a él. El estudio abarca desde el primer encuentro de la misión Rosetta con el cometa en 2014, que se producirá en las inmediaciones de la órbita de Júpiter, a unos 600 millones de km. del Sol, hasta el máximo acercamiento del ingenio espacial a su objetivo, que tendrá lugar en agosto de 2015. Y esas simulaciones muestran que, durante ese periodo, el hemisferio sur del cometa parece la zona más segura y estable para el aterrizaje de Philae.
Por lo que respecta a la cara norte, los cálculos preveen que durante el periodo estudiado emitirá unos 30 kg. de gas y otros 50 kg. de polvo por segundo, condiciones que no son en absoluto adecuadas para un aterrizaje con alguna garantía de éxito.
La zona sur, sin embargo, aunque no estará libre de turbulencias, permanecerá, de alguna forma, "protegida" por el propio núcleo cometario y constituye, por lo tanto, una mejor opción para intentar el aterrizaje. "Además -afirma Lasue- y debido a la orientación del cometa, el hemisferio sur también estará protegido contra las variaciones extremas de temperatura en el momento del aterrizaje".
Un trabajo más fácil
Además de la mayor seguridad, la cara sur del cometa también parece ser la más prometedora desde el punto de vista científico. La razón principal es que está más erosionada que el hemisferio norte, ya que es la que apunta directamente hacia el Sol. Y eso significa que el modulo de aterrizaje tendrá allí un acceso más fácil a los materiales que deberá recolectar.
La Philae sólo tiene capacidad de perforar hasta 30 cm. bajo la superficie, y es precisamente en esa zona donde podrá encontrar más facilmente los materiales originales del cometa.
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