Una nueva investigación realizada por el Consorcio de Investigación Neurogenética de Estados Unidos revela que la enfermedad de Parkinson podría tener un origen infeccioso o autoinmune. La clave se encuentra en variaciones en los genes de la región HLA, relacionados con la función del sistema inmunológico en los seres humanos. Según han explicado los autores, esta región resulta esencial para reconocer a los "invasores externos". Del mismo modo, las moléculas HLA se encargan de identificar las células del cuerpo como propias, para evitar así reacciones inmunes contra ellas.
Sin embargo, este sistema no siempre funciona adecuadamente. Existen ciertas variantes de genes HLA que pueden inducir enfermedades autoinmunes en las que el sistema defensivo ataca los propios tejidos del cuerpo. Es el caso de la esclerosis múltiple, una enfermedad neurológica causada por autoinmunidad, que se asocia con el HLA-DR. Y ahora esta misma variante genética ha sido asociada con la enfermedad de Parkinson, una enfermedad neurogenerativa del sistema nervioso central en la que las neuronas que producen una sustancia química llamada dopamina mueren o no funcionan adecuadamente.
Por otro lado, los investigadores han demostrado que existe un menor riesgo de desarrollo de la enfermedad en personas que toman medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno. Esta relación entre el Parkinson y la inflamación podría ser muy relevante para el desarrollo de futuros tratamientos de la enfermedad.
Sin embargo, este sistema no siempre funciona adecuadamente. Existen ciertas variantes de genes HLA que pueden inducir enfermedades autoinmunes en las que el sistema defensivo ataca los propios tejidos del cuerpo. Es el caso de la esclerosis múltiple, una enfermedad neurológica causada por autoinmunidad, que se asocia con el HLA-DR. Y ahora esta misma variante genética ha sido asociada con la enfermedad de Parkinson, una enfermedad neurogenerativa del sistema nervioso central en la que las neuronas que producen una sustancia química llamada dopamina mueren o no funcionan adecuadamente.
Por otro lado, los investigadores han demostrado que existe un menor riesgo de desarrollo de la enfermedad en personas que toman medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno. Esta relación entre el Parkinson y la inflamación podría ser muy relevante para el desarrollo de futuros tratamientos de la enfermedad.
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