Noctis Labyrinthus, la zona marciana que pudo reunir condiciones para la vida
Dos pequeñas depresiones en Marte ricas en minerales que se formaron por el agua podrían haber sido lugares aptos para la vida tal y como la conocemos en una época relativamente reciente en la historia del Planeta rojo, hace 2.000 ó 3.000 millones de años, cuando la mayor parte de este mundo ya se había convertido en un lugar seco y frío donde ningún organismo habría conseguido sobrevivir. Los dos lugares clave están situados en Noctis Labyrinthus (El laberinto de la noche), una región marciana en el extremo occidental de los Valles Marineris que se caracteriza por sus fuertes fracturas y cañones. Los científicos creen que, por su valioso contenido, sería un lugar increíble para enviar un vehículo explorador, pero el terreno es tan abrupto que resultaría muy arriesgado que un rover pudiera circular y ni tan siquiera aterrizar en la zona.
«Hemos descubierto lugares en Noctis Labyrinthus que muestran muchos tipos de minerales que se formaron por la actividad del agua», dice Catherine Weitz, principal autora del estudio, que aparece en la revista Geology, e investigadora en el Instituto de Ciencia Planetaria (Tucson, Arizona). «Las arcillas que hemos encontrado (esmectitas formadas por hierro y magnesio) son mucho más jóvenes en Noctis Labyrinthus que las que existen en las antiguas rocas de Marte, lo que implica un ambiente acuático diferente a otros lugares del planeta».
Las esmectitas son un tipo específico de mineral de arcilla que se expande y contrae fácilmente cuando absorbe el agua. Contienen sílice, aluminio, hierro y magnesio en sus estructuras. Se forman por la alteración de otros minerales de silicato en presencia de agua no ácida. Weitz y sus colegas estudiaron aproximadamente
Ambiente hidrotermal
Los científicos señalan que la zona tuvo una gran actividad en el pasado. El agua pudo haber anegado las regiones más bajas varias veces y los minerales pudieron haberse quedado enterrados y luego salir a la superficie por la erosión. A esto se añade el trabajo de volcanes cercanos, los tres grandes volcanes de Tharsis, que producían cenizas, gases y un ambiente hidrotermal.
«Estos dos valles son únicos y podrían haber formado una región habitable en Marte en un momento en el que las condiciones de sequía dominaban la superficie del planeta», dice Janice Bishop, investigadora del Instituto SETI y del Centro de Investigación Ames de la NASA. Este hallazgo, sumado a la nutrida colección de anteriores evidencias encontradas, apunta con fuerza a la posibilidad de que la vida tuvo una oportunidad para abrirse paso en Marte.
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