Puede que en unos años no sea tan difícil tomar una célula de la piel de un hombre o una mujer estéril y a partir de ella fabricar en el laboratorio sus propios óvulos o espermatozoides. Esto que aún es ciencia ficción está cada vez más cerca. Un equipo de investigadores de la Universidad de Standford (California) y de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos ha dado un paso sólido para lograrlo. En la edición digital de la revista «Nature» detallan cómo han conseguido crear en el laboratorio células germinales —las que dan lugar a espermatozoides y óvulos—, a partir de células embrionarias humanas. Los investigadores estadounidenses utilizaron las células de los embriones sobrantes de tratamientos de fertilidad y lograron generar espermatozoides. Un equipo británico ya había dado un paso similar, pero sólo con embriones de ratón.
En teoría, este proceso permitiría obtener espermatozoides y óvulos a partir de células madre y devolver la fertilidad perdida. El experimento que hoy se publica se ha realizado con embriones humanos, aunque hoy ya se puede reprogramar una célula de la piel o de otra zona y devolverla a su estado embrionario. Si eso se hiciera con una persona infértil se podrían generar sus propios gametos a partir de su piel, sin destruir embriones.
Este es el siguiente paso que quiere dar Reijo Pera, el autor principal de esta investigación. Aunque, de momento, se conforma con tener un buen modelo de estudio para indagar las causas de la infertilidad, tanto de hombres como de mujeres.
Nuevos tratamientosAdemás de la generación de las células precursoras de espermatozoides, su equipo ha demostrado que hay, al menos, tres genes involucrados en la formación de células germinales. DAZL es el gen que está involucrado en la formación de las células germinales y otros dos genes más (DAZ y BOULE) se encargan de dirigir los últimos estadíos de desarrollo. Estas mutaciones genéticas están presentes en la infertilidad humana, sin embargo no suceden en ratones, por lo que han sido difíciles de estudiar.
Aunque en la clínica aún no se puedan utilizar los espermatozoides o los óvulos creados en el laboratorio, la investigación abre una nueva ventana para estudiar en directo el desarrollo humano. El profesor de Genética de la Universidad de Kent, Darren Griffin, asegura que éste es el verdadero alcance de este trabajo: la posibilidad de asistir al desarrollo de las células germinales y verlo en una placa de petri. «Podremos estudiar cómo afecta la contaminación en la fertilidad y estudiar factores genéticos relacionados. Sólo entendiendo estos factores a un nivel científico básico podremos desarrollar nuevos tratamientos. El potencial es enorme».
Como Griffin, Allan Pacey, experto en Andrología por la Universidad de Sheffield tampoco cree en la fabricación de espermatozoides en el laboratorio. «El objetivo final es encontrar una cura para la infertilidad para estimular de forma natural la producción de espermatozoides».
En teoría, este proceso permitiría obtener espermatozoides y óvulos a partir de células madre y devolver la fertilidad perdida. El experimento que hoy se publica se ha realizado con embriones humanos, aunque hoy ya se puede reprogramar una célula de la piel o de otra zona y devolverla a su estado embrionario. Si eso se hiciera con una persona infértil se podrían generar sus propios gametos a partir de su piel, sin destruir embriones.
Este es el siguiente paso que quiere dar Reijo Pera, el autor principal de esta investigación. Aunque, de momento, se conforma con tener un buen modelo de estudio para indagar las causas de la infertilidad, tanto de hombres como de mujeres.
Nuevos tratamientosAdemás de la generación de las células precursoras de espermatozoides, su equipo ha demostrado que hay, al menos, tres genes involucrados en la formación de células germinales. DAZL es el gen que está involucrado en la formación de las células germinales y otros dos genes más (DAZ y BOULE) se encargan de dirigir los últimos estadíos de desarrollo. Estas mutaciones genéticas están presentes en la infertilidad humana, sin embargo no suceden en ratones, por lo que han sido difíciles de estudiar.
Aunque en la clínica aún no se puedan utilizar los espermatozoides o los óvulos creados en el laboratorio, la investigación abre una nueva ventana para estudiar en directo el desarrollo humano. El profesor de Genética de la Universidad de Kent, Darren Griffin, asegura que éste es el verdadero alcance de este trabajo: la posibilidad de asistir al desarrollo de las células germinales y verlo en una placa de petri. «Podremos estudiar cómo afecta la contaminación en la fertilidad y estudiar factores genéticos relacionados. Sólo entendiendo estos factores a un nivel científico básico podremos desarrollar nuevos tratamientos. El potencial es enorme».
Como Griffin, Allan Pacey, experto en Andrología por la Universidad de Sheffield tampoco cree en la fabricación de espermatozoides en el laboratorio. «El objetivo final es encontrar una cura para la infertilidad para estimular de forma natural la producción de espermatozoides».
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