Decía Joseph Goebbels, genio de la propaganda, que una mentira repetida mil veces termina por convertirse en verdad. Sus mejores alumnos están empeñados en meternos en la cabeza que el humo de la marihuana es mucho más peligroso que el del tabaco. Lo que pasa es que estos señores no terminan de ponerse de acuerdo, y el despiste que producen sus contradictorias falsedades es considerable.
En 2002, la Fundación Británica del Pulmón nos contaba que tres porros equivalen a 20 cigarrillos en cuanto a daño pulmonar (una relación aproximada de uno a siete). En julio del año pasado, un estudio neozelandés rebajaba un poco la equivalencia y ofrecía cierto margen de error: de dos y medio a cinco cigarrillos por cada porro. Por supuesto que en los titulares de prensa se quedaban con la segunda cifra. El pasado mes de diciembre, unos canadienses afirmaban que el humo del cannabis contiene 20 veces más amoníaco ("un potente cancerigeno") que el del tabaco, pero no se hacían equivalencias. Ahora, y de forma sorprendente, el mismo estudio neozelandés del Instituto de Investigación Médica, publicado en julio de 2007, ha reaparecido en los periódicos tras su publicación en el European Respiratory Journal y los entre dos y medio y cinco cigarrillos de entonces se han convertido... ¡en veinte!
Los titulares de Der Stürmer:
Cáncer: cigarrillo de marihuana afecta como 20 comunes
Marihuana tiene mismos efectos cancerosos que 20 cigarrillos
Hay que ver lo que ha crecido el estudio neozelandés donde, perdida entre un océano de tecnicismos y sin ofrecer la menor explicación, figura la frase que ha dado lugar a tan llamativos titulares ("A major differential risk between cannabis and cigarette smoking was observed, with one joint of cannabis being similar to ~20 cigarettes for risk of lung cancer"). Como decía alguien, lo próximo será comparar el efecto pulmonar de un porro de marihuana con el de un cartón de tabaco.
Veamos qué dicen los científicos de verdad a este respecto. Donald Tashkin es uno de los mayores expertos mundiales en efectos pulmonares del cannabis, y a investigar este asunto ha venido dedicándose durante tres décadas en la Universidad de Los Ángeles (UCLA). Su currículo en la web de esta Universidad deja poco espacio para la duda y, por si alguien sospechara de su neutralidad, sus investigaciones siempre han sido financiadas por el NIDA y no se pronuncia ni a favor ni en contra sobre el uso medicinal de marihuana.
En 2006, Tashkin llevó a cabo un estudio sobre marihuana y cáncer con 2.000 sujetos (el estudio neozelandés se efectuó sobre 339 sujetos, casi seis veces menos) y no encontró aumento del riesgo de cáncer de pulmón, esófago o vías aéreas superiores, incluso en gente que había fumado hasta 20.000 porros a lo largo de su vida. El titular de Scientific American: "Amplio estudio no encuentra relación entre marihuana y cáncer de pulmón". Pero el estudio no se quedó ahí, sino que Tashkin afirmó, con la cautela que debería caracterizar a todo científico, que "no era descabellado" pensar que la marihuana podría tener cierto efecto protector contra el cáncer de pulmón.
¿Es el estudio de Tashkin una rara excepción entre todos los que investigan el supuesto efecto cancerígeno del cannabis? En absoluto. Una revisión sistématica de 19 estudios, seleccionados con estrictos criterios de validez y financiada también por el NIDA llegó a la misma conclusión hace dos años:
«Estudios observacionales de sujetos expuestos a la marihuana fueron incapaces de demostrar asociaciones significativas entre fumar marihuana y cáncer de pulmón después de ajustarlos al uso de tabaco ( ... ) Por lo tanto, y basándonos en los datos existentes, debemos concluir que no existe evidencia convincente para asociar cáncer de pulmón y el uso de marihuana fumada»
En 2002, la Fundación Británica del Pulmón nos contaba que tres porros equivalen a 20 cigarrillos en cuanto a daño pulmonar (una relación aproximada de uno a siete). En julio del año pasado, un estudio neozelandés rebajaba un poco la equivalencia y ofrecía cierto margen de error: de dos y medio a cinco cigarrillos por cada porro. Por supuesto que en los titulares de prensa se quedaban con la segunda cifra. El pasado mes de diciembre, unos canadienses afirmaban que el humo del cannabis contiene 20 veces más amoníaco ("un potente cancerigeno") que el del tabaco, pero no se hacían equivalencias. Ahora, y de forma sorprendente, el mismo estudio neozelandés del Instituto de Investigación Médica, publicado en julio de 2007, ha reaparecido en los periódicos tras su publicación en el European Respiratory Journal y los entre dos y medio y cinco cigarrillos de entonces se han convertido... ¡en veinte!
Los titulares de Der Stürmer:
Cáncer: cigarrillo de marihuana afecta como 20 comunes
Marihuana tiene mismos efectos cancerosos que 20 cigarrillos
Hay que ver lo que ha crecido el estudio neozelandés donde, perdida entre un océano de tecnicismos y sin ofrecer la menor explicación, figura la frase que ha dado lugar a tan llamativos titulares ("A major differential risk between cannabis and cigarette smoking was observed, with one joint of cannabis being similar to ~20 cigarettes for risk of lung cancer"). Como decía alguien, lo próximo será comparar el efecto pulmonar de un porro de marihuana con el de un cartón de tabaco.
Veamos qué dicen los científicos de verdad a este respecto. Donald Tashkin es uno de los mayores expertos mundiales en efectos pulmonares del cannabis, y a investigar este asunto ha venido dedicándose durante tres décadas en la Universidad de Los Ángeles (UCLA). Su currículo en la web de esta Universidad deja poco espacio para la duda y, por si alguien sospechara de su neutralidad, sus investigaciones siempre han sido financiadas por el NIDA y no se pronuncia ni a favor ni en contra sobre el uso medicinal de marihuana.
En 2006, Tashkin llevó a cabo un estudio sobre marihuana y cáncer con 2.000 sujetos (el estudio neozelandés se efectuó sobre 339 sujetos, casi seis veces menos) y no encontró aumento del riesgo de cáncer de pulmón, esófago o vías aéreas superiores, incluso en gente que había fumado hasta 20.000 porros a lo largo de su vida. El titular de Scientific American: "Amplio estudio no encuentra relación entre marihuana y cáncer de pulmón". Pero el estudio no se quedó ahí, sino que Tashkin afirmó, con la cautela que debería caracterizar a todo científico, que "no era descabellado" pensar que la marihuana podría tener cierto efecto protector contra el cáncer de pulmón.
¿Es el estudio de Tashkin una rara excepción entre todos los que investigan el supuesto efecto cancerígeno del cannabis? En absoluto. Una revisión sistématica de 19 estudios, seleccionados con estrictos criterios de validez y financiada también por el NIDA llegó a la misma conclusión hace dos años:
«Estudios observacionales de sujetos expuestos a la marihuana fueron incapaces de demostrar asociaciones significativas entre fumar marihuana y cáncer de pulmón después de ajustarlos al uso de tabaco ( ... ) Por lo tanto, y basándonos en los datos existentes, debemos concluir que no existe evidencia convincente para asociar cáncer de pulmón y el uso de marihuana fumada»
2 comentarios:
Pero siempre se empeñaran en crucificar la marihuana... cuanto daño le ha hecho el naylon a esta sociedad u_u
Es normal, quienes estén en el poder se esforzarán para que la verdad no se propague. Pero siga así con el blog;
"No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma."
Publicar un comentario