viernes, 23 de octubre de 2009

Explicando el Déjà vu

Es imposible que nunca lo hayas experimentado, y hasta existe una taquillera película que lleva su nombre. Se trata del déjà vu, esa sensación extraña de que ya has vivido con anterioridad una situación determinada. Un equipo de neurocientíficos del MIT, liderados por el Premio Nobel de Medicina Susumu Tonegawa, ha identificado por primera vez el mecanismo por el que nuestro cerebro nos gasta esas bromas. Si alguna vez viste pasar dos veces el gato negro de Matrix, debes seguir leyendo.


Déjà vu. Todo el mundo lo ha sentido alguna vez. Vas caminado, estás con amigos o simplemente mirando una película y súbitamente te asalta la sensación de que esa misma escena ya la has vivido con anterioridad. Estas seguro que eso ya ocurrió, pero extrañamente, por más que te esfuerces, no puedes predecir que va a pasar un par de segundos más tarde, o siquiera saber cuándo fue que te ocurrió lo que estas viendo. Este tipo de episodio se llama “déjà vu,” que en francés significa “ya visto”. En algunos casos, estas sensaciones pueden ser lo suficientemente intensas como para impulsar a más de uno a los brazos de todo tipo de creencias irracionales o paranormales. En la película The Matrix, por ejemplo, se explican estas situaciones como “fallos” en el software que controla la matriz, haciendo que (por ejemplo) veas pasar dos veces el mismo gato negro. Pero hay una explicación mucho más razonable para este fenómeno.

Un equipo de neurocientíficos del Picower Institute for Learning and Memory (Instituto de Aprendizaje y Memoria Picower) del MIT ha publicado un artículo en el que se explica cómo han identificado por primera vez el mecanismo neuronal que -entre otras cosas- nos permite distinguir lugares similares. Un “efecto colateral” de su descubrimiento puede explicar la sensación de déjà vu. El equipo está liderado por Susumu Tonegawa, el mismo que fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1987.

Tonegawa y sus colegas creen que su trabajo podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para los desórdenes de memoria, confusión y desorientación que afectan a muchos individuos, sobre todo a los de edad avanzada. Parece que con el paso de los años, nuestro cerebro sufre pequeños deterioros que le crean problemas a la hora de distinguir entre experiencias o lugares similares. Sin embargo, el déjà vu puede experimentares a cualquier edad.

En alguna oportunidad hemos visto que la formación de los recuerdos tiene lugar en una región del cerebro llamada hipocampo. Susumu Tonegawa y sus colaboradores han explorado cómo las tres regiones del hipocampo -denominadas CA1, CA3 y circunvalación dentada- participan en diferentes aspectos del aprendizaje y a la formación de recuerdos. Tonegawa utiliza como ejemplo la sensación de déjà vu que ocasionalmente lo asalta cuando entra en un aeropuerto. La disposición de puertas, sillas, pasillos y demás objetos existentes en cada aeropuerto son muy similares. Sólo mediante la búsqueda de características únicas nuestro cerebro es capaz de identificar un aeropuerto en concreto. Según puede leerse en el artículo, la circunvalación dentada es crucial para el rápido reconocimiento y amplificación de estas pequeñas diferencias que hacen que un lugar sea único. Para probar su teoría, los investigadores alteraron genéticamente unos ratones de forma que su hipocampo fuese ligeramente distinto.


Concretamente, los ratones modificados genéticamente carecían de un determinado gen que da lugar al desarrollo de la circunvalación dentada. Si estaban en lo cierto, bastaría con comparar el comportamiento de los ratones normales con los modificados. Diseñaron un experimento en el que dos conjuntos diferentes de ratones -transgénicos y normales- fueron colocados en dos cámaras similares pero no iguales. En una de las cámaras -como suele ocurrir en estos experimentos con animales- se les sometía a una pequeña descarga eléctrica mientras que en la otra no. Después de algunos días de “sesiones de entrenamiento”, los ratones modificados estaban paralizados de miedo en ambas cámaras, pese a que en una de ellas nunca se les aplicó electricidad. Es decir, no eran capaces de encontrar las pequeñas diferencias existentes entre ellas y reconocerlas. Los ratones del grupo de control aprendieron a distinguir la cámara “mala” de la “buena” rápidamente. Esto demostró que los ratones genéticamente modificados tenían un significativo déficit en su capacidad de reconocer y distinguir dos contextos similares.

Además, los investigadores han podido encontrar el “camino” que siguen las señales nerviosas cuando tiene lugar la evocación de un lugar específico. Por ejemplo, si entramos en un lugar que se parece lo suficiente a otro sitio en el que hemos estado antes, un nuevo grupo de neuronas se encarga de crear un “mapa” del lugar. Como los lugares son muy parecidos, el nuevo conjunto de neuronas coincide de forma parcial con el grupo ya existente, generado cuando visitamos el otro sitio en el pasado. Si ambos se solapan de determinada manera, experimentamos un episodio de déjà vu.

Cuando envejecemos, o sufrimos algún proceso degenerativo como el Alzheimer, el cerebro tiene mayor dificultad para formar recuerdos únicos para cada lugar o experiencia, sobre todo si se parecen entre sí. Esto da lugar a las comunes confusiones que tanto afligen a los ancianos. Como ocurre en estos casos, puede que el trabajo de Tonegawa y sus colaboradores permita la elaboración de algún fármaco destinado a paliar este padecimiento.

8 comentarios:

Sonic1980 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sonic1980 dijo...

Sinceramente, me parece una conclusión un poco forzada. Si a mi me meten en una habitación y me hinchan a descargas y luego me tapan los ojos y me mueven a otra sala igual pero con un detalle cambiado, también estaría acojonado y sin sensación de dejavu...

Además se incumplirían las características del dejavu ya que podría decir perfectamente en qué me resulta familiar la sala e intuir que es lo que podría pasar a continuación.

dryxer dijo...

Estoy deacuerdo con sonic1980. Se trata de un modelo de investigación un poco deficitario, que además no se puede extrapolar los resultados obtenidos al fenómeno concreto del dejà vú. Creo que el diseño de la investigación apenas puede aproximarse a las explicaciones básicas sobre reconocimiento espacial.

Eden dijo...

No se si habeis leido la diferencia entre los ratones modificados y los normales. Y sobre la diferencia de que unos están "cagados" y no son capaces de reconocer que no están en la misma sala aunque se les pongan diferencias, ya que, en su cabeza, mas del 90% de lo que vén es idéntico a lo ya pasado y de ahí la confusión.

Fazulas dijo...

Uff no me convence nada este estudio, por unos cuantos motivos:

Tenía bastantes más situaciones así cuando tenia 10 años menos.

Por casualidad ayer tube uno de esos despues de mucho tiempo e incluso dije lo mismo que decía en la situacion que creía haber vivido, por tanto no creo que sea un desorden de recuerdos, cuando esos recuerdos incluyen tambien frases, actos, con gente con la que acabas de conocer hace poco tiempo etc..

Prefiero darle poderes a nuestro cerebro... xD

Fede dijo...

Hola! Mirá, yo ya había investigado acerca del deja vú porque siempre me intrigó que es lo que pasa en ese momento y llegué a una respuesta que me pareció la mas acertada. Sin sonar agresivo. me parece que lo que acabás de plantear no se acerca en lo más mínimo a lo que el Deja vú SÍ podría ser. Tampoco estoy diciendo que lo que detallo a continuación SÍ sea así.
La cosa viene así:

Nuestro cerebro, ya lo sabemos, tiene 2 hemisferios, los cuales trabajan juntos todo el tiempo recibiendo información de afuera y pasándola de un hemisferio a otro.
En el momento en que el Deja vú te sucede, lo que pasa es que un hemisferio piensa, razona, esa información un milisegundo después que el otro. Entonces para un hemisferio sucede x momento y al milisegundo el otro hemisferio capta eso y ahí es cuando tú dices: "Vaya! Esto ya lo viví antes!". Si, ya lo viviste hace un milisegundo antes, es el mismo momento pero razonado 2 veces por tu cerebro desfasado!!! Obviamente, al momento que esto sucede, los dos hemisferios se ponen a trabajar a la par enseguida y todo sigue su curso hasta que haya otro desfasaje de estos.

Es lo que leí y la verdad me cabe mucho más esto que tu loca idea de los pobres ratones. La verdad no creo que el deja vú sean recuerdos de otras cosas mezclados y bla bla bla. No, nada de eso. Simplemente es un desfasaje de milisegundos entre los 2 hemisferios de nuestro increíble cerebro.
Saludos!

Unknown dijo...

Me parece un tanto injusto criticar el trabajo experimental de cualquier científico basándose solo en el resumido texto de una nota informativa como ésta que por variadas razones debe haber dejado sin explicación muchísimos detalles de tal experiencia.
Los trabajos científicos implican largo tiempo y elevados presupuestos como para desestimarlos tan a la ligera.

#OccupyCostaRica dijo...

al experimento no puede restarsele credibilidad, despues de todo no trataba de explicar un dejavu, aunque llego a una conclusion que podria ayudar a comprenderlos mejor. la utilidad de la investigacion radica en que tenemos nueva informacion para atacar enfermedades mentales y eso es valiosisimo. sobre el dejavu, pues si, el experimento no fue muy fuerte en esa area (no era el motivo) y si quedan grandes lagunas, como dice un comentario por ahi, por que es verdad que en muchos de los dejavues que he tenido, y creo que es generalizado, uno casi que sabe lo que viene un par de segundos despues de haberle sobrecogido la sensacion de estar "repitiendo" un instante de la vida. eso es dificil de explicar y la explicacion del desfase cerebral es buena, pero unos milisegundos no son suficientes, necesitamos saber como es que uno sabe lo que pasara un par de segundos despues, y el asunto es que lo quesea que uno "sabe" que va a pasar, PASA!