domingo, 18 de octubre de 2009

Aviones que se autorreparan

Las fibras de vidrio huecas contenidas en los compuestos de polímeros estarán llenas con resina y endurecedor.

Una nueva técnica que imita el proceso de curación que muchas formas de vida tienen en la naturaleza podrá permitir a los aviones dañados repararse a sí mismos automáticamente, incluso durante el vuelo.

Además de las ventajas obvias de seguridad que ello ofrece, este gran adelanto, logrado por ingenieros aeroespaciales de la Universidad de Bristol, podrá hacer posible el diseño de aviones más livianos en el futuro. Esto debería conducir al ahorro de combustible, la reducción de las emisiones de carbono y un recorte en los costos para pasajeros y aerolíneas.

La técnica funciona del modo que sigue a continuación. Si aparece en un avión un agujero o grieta pequeños (por ejemplo, debido al desgaste o a un objeto sólido diminuto que impacta contra el aparato), desde conductos integrados cercanos deberá "sangrar" resina epóxica, la cual sellará rápidamente el agujero, restaurando la integridad estructural. Mezclando tinte con la resina, cualquier "autorreparación" podrá verse como un parche coloreado que se puede identificar con facilidad durante inspecciones subsecuentes en tierra, y podrá entonces llevarse a cabo una reparación completa de ser necesario.

Esta técnica, simple pero ingeniosa, similar al proceso de sangrado y cicatrización que vemos después de que por ejemplo sufrimos un corte en una mano, tiene el potencial de ser aplicado en cualquier parte de un avión en la que se utilicen compuestos de polímeros reforzados con fibra. Estos materiales livianos de alto rendimiento son cada vez más populares, no sólo en los aviones sino también en los autos, turbinas eólicas e incluso en la fabricación de vehículos espaciales. El nuevo sistema de autorreparación podría tener una notable utilidad en todos estos campos.

El aspecto innovador de la técnica es que a las fibras de vidrio vacías contenidas en los compuestos de polímeros se las rellena con resina y endurecedor. Si las fibras se rompen, la resina y el endurecedor manan hacia afuera, permitiendo al compuesto recuperar hasta el 80-90 por ciento de su fortaleza original, y por tanto permitiendo a un avión funcionar confortablemente en su carga operativa normal.

Esta estrategia puede hacerse cargo de daños de pequeña magnitud que no son obvios a simple vista pero que pueden conducir a fallos serios en la integridad estructural si pasan desapercibidos. La estrategia está dirigida a complementar la inspección convencional y las rutinas de mantenimiento, en lugar de a sustituirlas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un alivio que haya gente pensando en este tipo de cosas.

iago dijo...

http://www.oestesurf.com/$weblog/2009/10/25/la_tabla_bionica

te he citado y linkeado ya que me he nutrido de la información de este artículo.

un saludo!

www.oestesurf.com