Los científicos llevaron sus candidatos y argumentos para defenderlos, algunos por ejemplo postularon al plancton, otros a los hongos y entre tantos también a la abeja.
En el debate final el profesor David Thomas argumentó a favor del plancton, mientras que Dr. George McGavin postuló a las abejas. Cada uno presentó pruebas y evidencias de lo importantes que son estos dos organismos para el resto de los seres vivos de nuestro mundo.
Al final de la discusión y votación, la abeja arrasó con los votos y se quedó en el lugar de la especie más importante del mundo, por su actuación en el proceso de polinización en más de un cuarto de millón de plantas florales, vegetales y árboles frutales, y por como a su vez estos cambios en estas plantas afectan a un sin fín de especies animales, incluyendo al hombre.
Todo este trabajo se hizo con el afán de reconocer a esta especie y buscar formas para preservarla y disminuir su explotación, y buscar una solución para la muerte prematura de las abejas en muchísimas partes del planeta ocasionadas por los químicos utilizados en fertilizantes y fragmentación de los espacios naturales donde estas habitan.
Es un problema serio que estamos enfrentando como sociedad y como parte de todo este conjunto de especies relacionadas entre sí, que de no tener un equilibrio ocasionarían problemas realmente graves.
Lo anterior trajo a mi mente una frase muy correcta dicha por Albert Einstein:
2 comentarios:
Muy interesante su artículo sobre las abejas. Me llamó mucho la antención la frase de Albert Einstein. Le mandamos saludos.
y yo que pense que lo único que hacian era miel...
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