La crisis económica ha provocado en el conjunto de la Unión Europea una caída del 11,6% en el nivel de emisión de gases de efecto invernadero en 2009 respecto a 2008, según los datos elaborados por la Comisión Europea a partir de la información proporcionada por los Estados miembros.
Así, las emisiones reales procedentes de las instalaciones que participan en el Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS) alcanzaron el año pasado los 1.873 millones de toneladas de CO2, cuando en 2008 fueron de 2.119 millones. En el caso de España, se pasó de 163,4 millones en 2008 a 136,9 en 2009. Esta caída está muy en línea con las expectativas y las previsiones de los analistas y la Comisión la atribuye a varios factores.
En primer lugar, la disminución de la actividad económica como consecuencia de la recesión y, en segundo término, el bajo nivel del precio del gas a lo largo de 2009, haciendo más atractiva la producción energética a partir del gas que a partir del carbón. A ello hay que añadir que el precio previsto del carbón para el periodo 2008-2012 en el ETS ha llevado sin duda a las empresas a cambiar su comportamiento y reducir el nivel de emisiones.
La comisaria responsable de Cambio Climático, Connie Hedegaard, admitió que con la crisis es "más fácil" rebajar las emisiones y que eso es "bueno" pero que, lamentablemente, también implica que la industria europea no ha invertido lo que había pensado en innovación, algo que puede "comprometer la capacidad futura de la UE para competir en los mercados emergentes".
Por otro lado, de todas las instalaciones que participaron en el sistema europeo de emisiones el año pasado, el 2% logró mantener el nivel de asignaciones exigidas en la fecha tope de1 1 de mayo de 2010. Se trata de instalaciones pequeñas que juntas supone menos del 2% de las emisiones del ETS. Mientras, el 3% no pudo cumplir con el objetivo para el año 2009 antes del 1 de mayo.
Desde 2008 las centrales y plantas de generación eléctrica que emitan CO2 por debajo de los límites asignados pueden vender sus cuotas a otras empresas que emitan más, gracias a un mecanismo flexible establecido en el Protocolo de Kioto.
Así, las emisiones reales procedentes de las instalaciones que participan en el Sistema Europeo de Comercio de Emisiones (ETS) alcanzaron el año pasado los 1.873 millones de toneladas de CO2, cuando en 2008 fueron de 2.119 millones. En el caso de España, se pasó de 163,4 millones en 2008 a 136,9 en 2009. Esta caída está muy en línea con las expectativas y las previsiones de los analistas y la Comisión la atribuye a varios factores.
En primer lugar, la disminución de la actividad económica como consecuencia de la recesión y, en segundo término, el bajo nivel del precio del gas a lo largo de 2009, haciendo más atractiva la producción energética a partir del gas que a partir del carbón. A ello hay que añadir que el precio previsto del carbón para el periodo 2008-2012 en el ETS ha llevado sin duda a las empresas a cambiar su comportamiento y reducir el nivel de emisiones.
La comisaria responsable de Cambio Climático, Connie Hedegaard, admitió que con la crisis es "más fácil" rebajar las emisiones y que eso es "bueno" pero que, lamentablemente, también implica que la industria europea no ha invertido lo que había pensado en innovación, algo que puede "comprometer la capacidad futura de la UE para competir en los mercados emergentes".
Por otro lado, de todas las instalaciones que participaron en el sistema europeo de emisiones el año pasado, el 2% logró mantener el nivel de asignaciones exigidas en la fecha tope de1 1 de mayo de 2010. Se trata de instalaciones pequeñas que juntas supone menos del 2% de las emisiones del ETS. Mientras, el 3% no pudo cumplir con el objetivo para el año 2009 antes del 1 de mayo.
Desde 2008 las centrales y plantas de generación eléctrica que emitan CO2 por debajo de los límites asignados pueden vender sus cuotas a otras empresas que emitan más, gracias a un mecanismo flexible establecido en el Protocolo de Kioto.
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