martes, 14 de abril de 2009

Consecuencias del uso de sustancias dopantes

El uso de estas sustancias dopantes se ha disparado en España en los últimos años, pese a los graves efectos secundarios que se derivan de su consumo. Es habitual que encontremos facilmente en nuestros gimnasios esteroides anabolizantes como la testosternona y otros productos como la somototropina (hormona del crecimiento).


Todas estas sustancias están concebidas para un desarrollo artificial de la masa muscular. Hombres que quieren ser más musculosos, más fuertes o que simplemente necesitan inyectarse estas sustancias para competir en el mundo del culturismo. Lo que muchas veces se ignora son los graves efectos secundarios que se derivan de su consumo.


Internet y salas de musculación son los principales proveedores de estas sustancias dopantes. Se trata de un jugoso negocio que reporta 15.000 millones de euros al año en todo el mundo, más que el negocio de la marihuana, la heroína y la cocaína. Lo que queremos analizar desde Mensencia son las fatales consecuencias que pueden llegar a provocar en la salud.


Cada vez más son los jóvenes de entre 15 y 20 años, los principales consumidores de esteroides, muchas veces engañados o mal acosejados por entrenadores personales, amigos, revistas especializadas y foros de internet. Los productos ofertados en estos lugares tienen resultados visibles; el incremento de la masa muscular es simplemente espectacular en un corto período de tiempo.


En cambio los riesgos que conlleva la ingesta de esteroides son muchos y variados, entre ellos destacamos:


Hipertensión arterial

Formación de grasas

Tendencia al desarrollo de tumores malignos

Insuficiencia testicular

Aumento del colesterol e hiperglucemia con riesgo de diabetes

Alopecia y acné, y posible aparición de granos y problemas dermatológicos en la piel

Retención de líquidos

Aumento notable de padecer un infarto

Trastornos psicológicos como psicosis con delirios, celos paranoides e irritabilidad debido al mono que conllevan esas sustancias

Lo mejor para un desarrollo muscular sano es dejarse aconsejar por un médico nutricionista, cualificado y especializado.

No hay mejor cuerpo que aquel que se trabaja de manera natural con un entrenamiento guiado por un preparador físico.

Este consumo sólo agrava unos problemas que se visualizan con el tiempo hasta generar en muchos casos, verdaderas tragedias.

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