Por primera vez, un cometa ha sido captado en el preciso instante en que se desintegraba al penetrar en la atmósfera solar. Se trata de C/2011 N3, uno los cometas miembros de la familia Kreutz, conocidos por acercarse peligrosamente al Sol. En los últimos 15 años los científicos habían detectado en torno a 2.000 de estos cuerpos celestes, pero hasta ahora no habían conseguido ver desintegrarse a uno al llegar al astro.
Para lograrlo esta vez, el profesor Carolus Schrijver del Lockheed Martin Advanced Technology Center en Palo Alto (California) y su equipo han combinado observaciones del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (SDO, por sus siglas en inglés), el Observatorio Heliosférico Solar (SOHO), y el Observatorio de las Relaciones Solar-Terrestres (STEREO) para seguir el camino del cometa. En un artículo publicado en la revista Science, los investigadores detallan cómo el cometa entró en la corona baja del Sol y se desintegró el 6 de julio de 2011. Los datos de los tres instrumentos permitieron calcular que el cometa C/2011 N3 llegó a unos 100.000 kilómetros de la superficie solar, penetró en la atmósfera y se convirtió primero en pedazos diminutos antes de evaporarse completamente.
Carey Lisse, investigador del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, que publica en el mismo número de Science un comentario sobre el trabajo de Schrijver, destacó que los resultados de esta observación, la primera de este tipo, sientan las bases para las futuras mediciones de la desintegración de estos cometas.
Se cree que la familia de cometas Kreutz procede de fragmentos de un gran cometa de 20 a 100 kilómetros de diámetro, tipo Halley, que se rompió hace 2.500 años. Por eso esperan que, además, su estudio ayude a comprender los orígenes del sistema solar.
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