Los chicles que se arrojan al suelo en las calles es algo que se esta conviritnedo en un problema mundial. Cantidades inimaginables de chicle son arrojadas cada año en todas partes, denigrando las ciudades, centros históricos, parques y espacios públicos. El problema del chicle va mucho más allá de una simple mancha en el piso, ya que éstos funcionan como un hábitat para toda clase microorganismos, que derivan en enfermedades como la gripe, la cual prolifera una contaminación cruzada por toda la ciudad. El proceso mediante el cual se genera una contaminación cruzada es el siguiente: Paso 1: Una persona con alguna enfermedad, como la gripe o infección en la garganta, mastica un chicle. Paso 2: El chicle es contaminado por la bacteria causante de la enfermedad. Paso 3: La persona arroja el chicle a la calle. Paso 4: Ese chicle funciona como un hábitat, el cual alberga y reproduce la bacteria mientras se dispone a ser transportada. Paso 5: Otra persona pisa ese chicle y transporta la bacteria a diferentes lugares como su oficina o casa. Paso 6: La bacteria se alberga en el área esperando a su nuevo huésped. Paso 7: Las personas expuestas al área contraen la enfermedad. Una compañía inglesa (Osprey Deepclean) desarrolló una tecnología completamente ecológica y sin riesgos para el ambiente capaz de desintegrar el chicle por medio de vapor seco a alta temperatura sin dejar contaminación visual ni residuos bacterianos.
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