Según un estudio que se publica en Nature, el calentamiento de las corrientes oceánicas es responsable del deshielo en la Antártida. El satélite NASA ICESat demuestra que cada año desde 2003 el grosor de las capas de hielo ha disminuido siete metros.
La tecnología ha permitido distinguir, por primera vez, las dos principales causas que se atribuyen al deshielo antártico: las corrientes cálidas marinas y los cambios en las condiciones atmosféricas de la superficie terrestre. Conocer estos factores permitirá hacer previsiones más precisas del crecimiento del nivel del mar.
El satélite recogió 4,5 millones de medidas para determinar cambios en el grosor de las capas de hielo que flotan en el continente antártico. De los 54 mantos de hielo que se mapearon, el calentamiento de las corrientes marinas incidió en 20 de ellos, la mayoría en la costa oeste.
La sensibilidad del hielo
“Algo realmente interesante es lo sensibles que parecen los glaciares”, ha explicado Hamish Pritchard, investigador del British Antarctic Survey (Reino Unido), y primer autor del estudio. El científico añade que algunas capas de hielo adelgazan pocos metros al año y, en respuesta, los glaciares vacían millones de toneladas de hielo al mar.
“Creemos que el viento está muy relacionado con estos cambios”, ha añadido. El científico hace referencia a trabajos anteriores que relacionan los cambios en el viento con los del clima, “algo que ha direccionado y reforzado la potencia de las corrientes marinas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario