Una teoría cobra fuerza en la Nasa: que un conflicto nuclear sería capaz de retrasar el calentamiento global.
Modelos matemáticos creados por la agencia calculas que bombas nucleares podría provocar un descenso de la temperatura mundial, durante dos o tres años, superior a un grado centígrado.
Se cree que una guerra nuclear levantaría el polvo suficiente como para oscurecer la atmósfera durante algunos años, lo cual generaría una especia de “invierno nuclear”, el cual contrarrestaría las altas temperaturas que provoca el calentamiento global.
Desde la Guerra Fría, se conoce que uno de los efectos de los dispositivos nucleares es el “invierno nuclear”, lo que es “un periodo de tiempo de varios años de duración en el que la luz solar incidente sobre la superficie terrestre se vería disminuida por las partículas enviadas a la atmósfera” explica el sitio.
El modelo matemático elaborado por la Nasa ha logrado calcular cuántos explosivos nucleares serían necesarios.
Los resultados indican que con algunos cientos de bombas del tamaño de la usada sobre Hiroshima, con una potencia total equivalente a unas 15.000 toneladas de TNT (solamente el 0.03% del arsenal nuclear total del planeta).
Los incendios de este conflicto nuclear “controlado” enviaría a la a la troposfera unos cinco millones de toneladas métricas de negro carbono, que absorbería el calor solar y se elevaría creando una especia de “capa” que filtraría la radiación solar.
Luke Oman, un físico de la agencia espacial estadounidense que se encargó de comunicar los resultados de estas simulaciones durante la última reunión de la American Association for the Advancement of Science, dice que el enfriamiento no sería tan importante como si se desatare una guerra nuclear entre dos superpotencias. Aún así, “bastaría para hacer descender la temperatura terrestre en aproximadamente 1,25 grados centígrados, durante dos o tres años”, explicó.
En algunas regiones -como Europa, Asia y Alaska- podrían tener descensos de entre 3 y 4 grados, lo cual les daría tres o cuatro años sin verano.
Modelos matemáticos creados por la agencia calculas que bombas nucleares podría provocar un descenso de la temperatura mundial, durante dos o tres años, superior a un grado centígrado.
Se cree que una guerra nuclear levantaría el polvo suficiente como para oscurecer la atmósfera durante algunos años, lo cual generaría una especia de “invierno nuclear”, el cual contrarrestaría las altas temperaturas que provoca el calentamiento global.
Desde la Guerra Fría, se conoce que uno de los efectos de los dispositivos nucleares es el “invierno nuclear”, lo que es “un periodo de tiempo de varios años de duración en el que la luz solar incidente sobre la superficie terrestre se vería disminuida por las partículas enviadas a la atmósfera” explica el sitio.
El modelo matemático elaborado por la Nasa ha logrado calcular cuántos explosivos nucleares serían necesarios.
Los resultados indican que con algunos cientos de bombas del tamaño de la usada sobre Hiroshima, con una potencia total equivalente a unas 15.000 toneladas de TNT (solamente el 0.03% del arsenal nuclear total del planeta).
Los incendios de este conflicto nuclear “controlado” enviaría a la a la troposfera unos cinco millones de toneladas métricas de negro carbono, que absorbería el calor solar y se elevaría creando una especia de “capa” que filtraría la radiación solar.
Luke Oman, un físico de la agencia espacial estadounidense que se encargó de comunicar los resultados de estas simulaciones durante la última reunión de la American Association for the Advancement of Science, dice que el enfriamiento no sería tan importante como si se desatare una guerra nuclear entre dos superpotencias. Aún así, “bastaría para hacer descender la temperatura terrestre en aproximadamente 1,25 grados centígrados, durante dos o tres años”, explicó.
En algunas regiones -como Europa, Asia y Alaska- podrían tener descensos de entre 3 y 4 grados, lo cual les daría tres o cuatro años sin verano.
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